"Es imposible mentir a nuestro Yo esencial. Por muy desviada que esté nuestra personalidad, por muy convencidos que estemos de ser eso que otros quieren que seamos, por muy productivas que resulten nuestras mentiras, un ojo interior nos estará indicando la verdad. Aunque nos neguemos a aceptar su mensaje, sentiremos con molesto sufrimiento nuestra traición. Si no nos hemos consumido en la llama interior, conviertiendo en fértiles cenizas nuestros egos, todos inevitablemente mentimos." (Cabaret Místico)