Un señor que, por primera vez en su vida estaba sobre hielo, pensó: "por fin podré hacer algo con lo que siempre soñé: pescar un pez a través de un agujero en el hielo".
Procedió a efectuar una perforación en el hielo y a arrojar el hilo de pescar. Cuando lo tuvo todo listo, se escucha una voz de ultratumba que le dice:
- Ahí no hay peces.
- Ahí no hay peces.
Se queda pasmado y decide hacer una nueva perforación unos metros más al sur. De nuevo, perfora el hielo, echa el hilo para pescar y otra vez la voz le dice:
- Ahí no hay peces.
Sorprendido de nuevo, se da vuelta para mirar en todas direcciones, pero no ve a nadie por allí.
Cuando perfora por tercera vez, lanza el hilo de pescar y la voz misteriosa le dice que ahí no hay peces, ya no aguanta más, se levanta y grita:
- ¿Quién eres tú? ¿Cómo sabes que no hay peces en ninguno de los sitios donde me propongo pescar? ¿Acaso eres Dios?
A lo que la voz responde:
- No soy Dios. ¡Soy el gerente de la pista de patinaje!
Cuando perfora por tercera vez, lanza el hilo de pescar y la voz misteriosa le dice que ahí no hay peces, ya no aguanta más, se levanta y grita:
- ¿Quién eres tú? ¿Cómo sabes que no hay peces en ninguno de los sitios donde me propongo pescar? ¿Acaso eres Dios?
A lo que la voz responde:
- No soy Dios. ¡Soy el gerente de la pista de patinaje!
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